viernes, 16 de noviembre de 2007

CRUCIFIXIONES POCO ORTODOXAS (I)

Jean Cocteau fue un destacado poeta, dramaturgo, novelista, pintor y cineasta francés vinculado al surrealismo. En 1959 se le pidió que colaborara en la decoración de la iglesia londinense de Notre Dame de France pintando un mural con el tema de la crucifixión en una de las capillas. El resultado fue sorprendente, una recreación sumamente original que acuñaba una iconografía novedosa:


Como es sabido, las investigaciones de Baigent, Leigh y Lincoln hicieron populares ciertos documentos conocidos como Dossiers Secrets, conservados en la Biblioteca Nacional de París, en los que figura un listado de los personajes que, a lo largo de la historia, han ejercido como Grandes Maestres de la Orden del Priorato de Sión. Grandes genios como Leonardo, Botticelli o Newton, entre otros, figuran en esa lista. Pues bien, Cocteau fue Gran Maestre de la orden según dicho listado.

Todo lo que rodea la Orden del Priorato de Sión es un misterio, ni siquiera se sabe a ciencia cierta si su existencia es auténtica. Aun así, la difusión de las obras de Baigent, Leigh y Lincoln, así como el éxito de ciertas novelas basadas en ellas, han popularizado las diversas teorías que apuntan a una misión trascendente de los iniciados en la Orden que en último término estaría relacionada con la custodia de un secreto altamente desestabilizador para los intereses de la Iglesia Católica; el carácter de ese secreto estaría estrechamente relacionado con la verdad acerca del Santo Grial, Jesucristo y su descendencia, la naturaleza no tan divina del supuesto hijo de Dios y el verdadero papel que jugaron San Juan Bautista y María Magdalena en los acontecimientos no narrados por los evangelios.

A la luz, pues, de la pertenencia de Cocteau al Priorato de Sión, Picknett y Prince en La Revelación Templaria se refieren a este mural de la crucifixión poniendo el acento en los fragmentos según ellos más significativos. Por ejemplo, hay en primer término un autorretrato de Cocteau, cuyo rostro refleja algo así como repugnancia, dando la espalda a la Cruz:

... Recordemos que otro Gran Maestre de la Orden en el pasado, Leonardo da Vinci, también se autorretrató de espaldas a Jesucristo en su Santa Cena de Santa Maria Delle Grazie en Milán (… de ser cierto que se incluyó a sí mismo en la pintura como San Judas Tadeo). Otro detalle que relaciona las dos pinturas es la composición en forma de M formada por algunos de los personajes principales…. M que designaría no a la madre de Dios sino a María Magdalena, su esposa (siempre siguiendo, claro está, la teoría de los que defienden la existencia de una descendencia terrena de Jesucristo).

Una de las más explosivas revelaciones que podría corresponder al secreto guardado por la Orden implicaría el que Cristo no fuera realmente torturado y ejecutado en la Cruz, sino que otro hombre le sustituyó para que el profeta pudiera escapar. Quizá el rasgo más peculiar de todo el mural sea que sólo las piernas del crucificado desde las rodillas son visibles. El resto del cuerpo se nos hurta a la visión: ¿por qué querría Cocteau que no viéramos los rasgos de Jesucristo? ¿o acaso sí los estamos viendo en realidad? Si Jesucristo fue sustituido por un infeliz dispuesto al sacrificio, ¿no sería posible que realmente Jesús fuera el personaje que aparece en el extremo derecho del mural?

Al acercarnos más a la pared para contemplar el rostro extrañamente transfigurado de este personaje nos damos cuenta de que su ojo es en realidad un pez… ¡el símbolo de Jesucristo entre los primitivos cristianos!


Hay más: en la base de la cruz una gigantesca rosa concentra la atención del espectador: una rosa y una cruz… parece bastante clara la alusión a los rosacruces, cuya supuesta vinculación con la masonería y los templarios es de sobra conocida.


Ni siquiera los dados con los que los soldados se juegan la túnica de Jesús al pie de la cruz son un detalle aleatorio o inocente. Suman 58: el número esotérico del Priorato.


Y otra curiosidad sobre la que cabe llamar la atención es el halcón que aparece a la izquierda del autorretrato de Cocteau en primer término, dibujado en el escudo de uno de los soldados; recuerda claramente al Horus egipcio. Y el Sol negro…

De todas formas, confieso que soy extremadamente escéptico con respecto a todo esto. Cocteau poseía una imaginación fecunda y creó su propio universo simbólico: es ahí, en ese cosmos personal, donde creo que hay que situar el significado de cada uno de los detalles del mural. Dicho significado, vehiculado por el particular trazo caligráfico, casi lírico, de Cocteau, permanecerá siempre abierto…

A mí me habla de otras cosas.

Para saber más: http://www.bibliotecapleyades.net/biblianazar/revelacion_templarios/revelacion_templarios02.htm

2 comentarios:

noctambulus dijo...

Muy interesante sin duda, lo extraño es que no se centre en los símbolos de una orden y mezcle las de otras, dado que algún conocimiento demuestra que tiene de ellas, quizás si se indagara mas geometricamente la composición se hallaran otras respuestas respecto al conocimiento que pudiera tener de la orden de sion. Personalmente cada vez parece que hay mas lagunas en lo que se refiere a la vida de Jesús y aunque soy creyente a mi manera, ocurre lo mismo con Elvis, y quizás con otros ídolos,pues se ha de trasformar la realidad o el pasado para adecuarlo a los diferentes gustos o puntos de vista , y dado que yo sepa en mi insuficiente conocimiento, en lo que todos están de acuerdo es que Jesús existió y que dejo un mensaje o una forma de entender la vida, dando esperanza a la humanidad, que en mi opinión se a ido tergiversando al cabo del tiempo; lo realmente importante seria eso, osea si murió en la cruz o siguió vivo seria secundario a estas alturas en que según los preceptos acordados por la iglesia ya no se puede resucitar ni tan siquiera al tercer día, probablemente como todo cuanto mas se indague mas interrogantes saldrían y es que de la verdad a la realidad hay una diferencia abismal casi siempre al paso del tiempo, y solo tienes que verlo en tu propio pasado, como lo viviste y como lo ves ahora, como lo recuerdas, si al paso del tiempo entiendes la vida de diferente manera y el mismo hecho lo escribirías de distintos puntos de vista en diferentes edades. por eso si solo tenemos los evangelios solo podemos tener una opinión formada según nos han contado unos hechos que según cambian los tiempos van cambiando. . . se me ha ido la piñata jajaja pues eso que te recomiendo un libro LA TUMBA DE JESUS creo que se llama a estas horas me vence el sueño. saludos y adeusiau

Girolamo dijo...

Noctambulus: Gracias por tu aportación y por la recomendación del libro. No lo he leído pero tengo intención de hacerlo en cuanto tenga tiempo (cosa bastante complicada hoy por hoy).

Permíteme corresponderte con otra recomendación; hay un famoso libro del sociólogo Marvin Harris llamado VACAS, CERDOS, GUERRAS Y BRUJAS, en uno de cuyos capítulos se hace una interpretación de la figura de Jesucristo interesantísima.

Gracias y un saludo...