martes, 8 de mayo de 2007

UNA PROFECÍA DE HERMES TRISMEGISTO

"Tiempos vendrán en los que parecerá que los egipcios hayan honrado en vano a sus dioses (...) Regresarán a su cielo, abandonarán Egipto (...) Y entonces esta tierra tan santa, patria de santuarios y templos, quedará enteramente cubierta de sepulcros y de muertos. ¡Oh Egipto, Egipto! Sólo fábulas van a quedar de tus cultos, y ni siquiera tus hijos creerán más tarde en ellas. No sobrevivirán más que palabras esculpidas sobre las piedras que relatan tus piadosas obras... Sin dioses y sin hombres, ¡Egipto no será más que un desierto!".

Este breve texto es una profecía de Hermes Trimegisto que aparece recogida en el Corpus Hermeticum (compilado entre los siglos I y II de nuestra era), en la que señala la oscuridad que se va a cernir sobre toda la civilización egipcia.
¿Acertó? Juzgad vosotros mismos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sólo hay algo seguro después de leer semejante profecía: "el tío Hermes" no sólo era tres veces sabio, sino 50 millones de veces más fiable como adivino que Rappel o la Bruja Lola.

Eso sí, hay que hacer una salvedad: a no ser que el texto original sea anterior en al menos una docena de siglos respecto de su compilación a principios de nuestra era, su valor es bastante escaso como profecía, dado el notable proceso de decadencia de la civilización egipcia a partir del período saíta (quizá antes...). De hecho, en la época de la compilación de estos textos, la cultura y el arte de la época del Imperio Antiguo debía resultar ya completamente incomprensible para el egipcio medio.

...Además, el tema del fin irremediable de todo gran imperio es un arquetipo literario universal que ha sobrevivido a todas las épocas. Los ejemplos son aplicables a Babilonia, Asiria, Persia, Roma,...al Imperio Español del Siglo de Oro se refería aquél famosísimo poema de Quevedo: "Miré los muros de la patria mía...",...los ejemplos son incalculables y se extienden hasta nuestros días, cuando las visiones literarias profetizan una multitud de catastróficos finales de nuestra sociedad del Bienestar.