jueves, 26 de abril de 2007

RESUCITA QUEVEDO

El que pasa por ser el mejor soneto jamás escrito en lengua castellana lo escribió Quevedo asegurando que el verdadero amor es capaz de pasar por encima de la misma muerte. El gran barroco aludía a la laguna Estigia, que separaba el mundo de los vivos del de los muertos:
“Mas no, desotra parte, en la ribera,/ dejará la memoria, en donde ardía:/ nadar sabe mi llama la agua fría/ y perderle el respeto a ley severa”.
El autor de esa maravilla ha regresado “desotra parte en la ribera”: es decir, ha regresado de la larga muerte del olvido en que ha permanecido su cadáver desde hace siglos. Se sabe que, muy quebrantado por el encarcelamiento en San Marcos de León (la antigua mazmorra helada es hoy un hotel de superlujo), falleció en un convento de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real). Fue enterrado cristianamente, pero la cripta se llenó, los huesos se amontonaron y el cadáver de Quevedo se confundió con el de decenas de personas y animales. Ahora, científicos de la Universidad Complutense han identificado al menos diez de sus huesos. Polvo enamorado...

Noticia extraída de www.tiempodehoy.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que romántica la noticia (suspiro)